miércoles, 28 de marzo de 2012

LA PROFECÍA / 1976

La profecía (cuyo título original en inglés es The Omen) es una película de terror estrenada en 1976 y dirigida por Richard Donner. Basada en una idea original del productor Harvey Bernhard quien contrató al guionista David Seltzer para preparar el guion, está protagonizada por Gregory PeckLee RemickDavid WarnerHarvey StephensBillie WhitelawPatrick TroughtonMartin Benson y Leo McKern. El tema musical es Ave Satani, de Jerry Goldsmith, quien ganó su único Oscar de la Academia por su trabajo en la banda sonora.
Junto con La semilla del diablo y El exorcista, es una de las pocas producciones cuya calidad trascendió el género de terror sobrenatural. Pocos años después tuvo dos secuelas, con las que forma una especie de trilogía, y dos décadas después se produjo un remake, estrenado el 6 de junio del 2006, en medio de una sonora campaña de marketing por coincidir con la "fecha del Anticristo".





El hijo de Katherine (Lee Remick) y Robert Thorn (Gregory Peck) muere en Roma poco tiempo después de haber nacido. Robert es convencido por el padre Spiletto (Martin Benson) de sustituir a su hijo fallecido por un huérfano cuya madre murió al dar a luz, sin decirle a Katherine. Los padres nombran a su nuevo hijo Damien (Harvey Stephens). Tiempo después, Robert es nombrado embajador de los Estados Unidos en Gran Bretaña.

Mientras la familia vive en Inglaterra son testigos de varios eventos misteriosos. La niñera de Damien se suicida ahorcándose en su quinto cumpleaños, y es reemplazada por una nueva niñera, la Sra. Baylock (Billie Whitelaw), quien llega con un perro de mascota. El padre Brennan (Patrick Troughton), quien conoce el origen de Damien, le dice a Robert que su esposa está embarazada y le advierte que Damien intentará matar a su hermano. Posteriormente el sacerdote muere al ser atravesado por un pararrayos. Katherine le informa a Robert que está embarazada, pero sufrió un aborto espontáneo tras caer desde un balcón por culpa de Damien.
Tras la muerte del padre Brennan, el fotógrafo Keith Jennings (David Warner) comienza a investigar a Damien cuando descubre unas marcas en las fotografías de las personas fallecidas recientemente. Keith viaja junto a Robert para recoger antecedentes acerca del nacimiento de Damien. Ambos viajan al hospital de Roma donde nació, pero descubren que los archivos de maternidad y guardería fueron destruidos en un incendio. Robert y Keith visitan al padre Spiletto en un monasterio, quien se encuentra mudo y con la mitad de su cuerpo quemado. Los hombres viajan al cementerio donde se encuentra sepultada la madre de Damien, y descubren que el hijo de Robert y Katherine fue asesinado para que adoptaran a Damien. Las pistas reunidas los llevan a creer que Damien es el Anticristo.
Mientras Robert está de viaje, Katherine se recupera en el hospital de sus heridas. Sin embargo, es asesinada por la Sra. Baylock, quien la arroja desde la ventana cayendo sobre una ambulancia. Robert viaja con Keith a Israel para hablar con Bugenhagen, un arqueólogo que sabe cómo detener al Anticristo. Bugenhagen les informa que Damien será el Anticristo si tiene una marca de nacimiento que se asemeja a tres seis. Posteriormente Robert descubre que la única forma de matar a Damien es apuñalarlo con las siete dagas de Megido. Sin embargo, se rehúsa a asesinarlo y arroja las dagas. Cuando Keith va a recogerlas, una lámina de vidrio cae desde un camión y lo decapita.
Horrorizado por la muerte de Keith, y tras haber recuperado las dagas, Robert viaja a Inglaterra y descubre la marca de nacimiento de Damien. La Sra. Baylock intenta matar a Robert, pero es apuñalada en el cuello con un tenedor. Robert abandona su casa con Damien para matarlo en tierra santa, siendo perseguido por un grupo de seguridad. Cuando está a punto de asesinar a Damien en una iglesia, Robert recibe un disparo y muere.
Tras esto, Damien es puesto bajo el cuidado del presidente de Estados Unidos, quien era amigo de Robert. Mientras está en el funeral de Robert y Katherine, Damien mira a la cámara y sonríe.





LA SEMILLA DEL DIABLO / 1968

TITULO ORIGINAL:Rosemary's Baby.
DIRECTOR:Roman Polanski.
REPARTO: Mia Farrow, John Cassavetes, Ruth Gordon, Ralph Bellamy, Sydney Blackmer, Maurice Evans. 1968.
PAIS:U.S.A.
Los Woodhouse son un matrimonio que se muda a un edificio frente al Central Park en Nueva York, una casa que según un amigo está maldita. Allí los reciben Minnie y Roman Castevet, que los colman de atenciones, y Terry, que se suicida poco después de llegar ellos. Ante la perspectiva de un buen futuro, los Woodhouse se plantean tener un hijo, y Rosemary se queda embarazada, aunque todo lo que recuerda es haber hecho el amor con una extraña criatura que le ha dejado todo el cuerpo lleno de marcas. Con el paso del tiempo, Rosemary comienza a sospechar que algo extraño ocurre con su embarazo. 




Tal como comentamos en "Al Final de la Escalera" esta película también tiene una estética completamente  contemporanea a la cual nos podemos asociar más que a otras películas de época, que tal vez nos puedan parecer más fantasiosas por ésto mismo.  La película fue un éxito de taquilla, ya que en el momento en el que el film se estrenó en U.S.A., había un auge de los seguidores de la iglesia satánica de Anton La Vey.


LA NOVIA DEL DIABLO 1968

Director; Terence Fisher 
Guiòn; Richard Matheson
Mùsica; James Bernard
Fotografìa; Arthur Grant 
Pais; UKA

Intérpretes;
Christopher Lee - Duque de Richleau
Leon Greene - Rex Van Ryn
Charles Gray - Mocata

Sinopsis;
El duque de Richleau y Rex Van Ryn se preocupan cuando, su joven amigo, Simon Aaron no asiste a su reunión anual. Después de visitarle descubren que Simon se ha afiliado a una extraña "Asociación Astrológica" liderada por el siniestro Mocata. Los dos hombres averiguan que la asociación de Mocata es en realidad un culto diabólico que controla a gente inocente por medio de ritos hipnóticos y ceremonias satánicas. Mocata es un ser maléfico que no se detendrá ante ningún obstàculo para conservar su culto. La única esperanza para combatirlo y recuperar a Simon recae en el éxito de un potente y peligroso ritual.




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